Su causa es desconocida, pero hay una serie de factores causantes de la anorexia que son una combinación de elementos biológicos (predisposición genética y biológica), psicológicos (influencias familiares y conflictos psíquicos) y sociales (influencias y expectativas sociales). La pérdida de peso conduce a la malnutrición, que a su vez contribuye a los cambios físicos y emocionales del paciente y perpetúa el círculo vicioso que se sintetiza en el modelo psicosocial de la anorexia nerviosa. La vulnerabilidad biológica de la adolescencia y los problemas familiares y sociales, pueden combinarse con un clima social determinado para originar la conducta alimentaria típica de las personas que padecen de anorexia nerviosa. La sociedad occidental, está muy influenciada por la noción, de que la obesidad es insana y poco atractiva, mientras que se percibe la delgadez, como algo deseable. La mayoría de los niños prepúberes ya tienen conciencia de esta actitud social, y se calcula que cerca del 50 % de las niñas prepúberes, siguen una dieta o adoptan, medidas de control de su propio peso.
Cerca del 95 % de las personas enfermas de anorexia son mujeres, la proporción respecto a los hombres, es de 9 mujeres por cada hombre. Afecta aproximadamente 0’5% de chicas adolescentes y jóvenes, y la edad más frecuente en la que normalmente se presenta la enfermedad es de entre los 13 a 16 años, aunque cada vez más, se presentan numerosos casos en edades inferiores. También se dan casos de anorexia en adultos, por ejemplo a partir de los 35 años.
Por lo tanto, las personas que padecen anorexia nerviosa, desean estar más delgadas, sienten un miedo intenso a aumentar de peso o a engordar y están excesivamente preocupadas por su silueta. Como consecuencia de ello, presentan conductas anómalas ante la dieta, el peso, el volumen y la silueta corporal, ocasionando una grave alteración de la percepción de la imagen corporal, lo cual conlleva a que la persona pueda verse gorda o desproporcionada, ante un peso que está por debajo de lo normal.
Generalmente la pérdida de peso se consigue mediante una disminución de la ingesta total de alimentos. Normalmente, las personas que padecen anorexia empiezan por excluir de su dieta todos los alimentos con alto contenido calórico, y la mayoría acaban con una dieta muy restringida, limitada a unos pocos alimentos. También existen otras formas de perder peso, como la utilización de purgas, vómitos provocados o demasiado ejercicio físico.