La preocupación por la silueta y el peso son semejantes a los observados en los pacientes con anorexia nerviosa.
Los atracones, se definirían o caracterizarían, por la ingesta de alimentos, cuya cantidad es superior a la que normalmente consumiría la mayoría de personas, en el mismo periodo de tiempo y ante las mismas circunstancias. Dichos alimentos se consumirían en un período corto de tiempo (normalmente menos de dos horas).
Tanto los atracones de comida, como las conductas compensatorias inapropiadas, se producen y tienen un promedio de al menos, dos veces a la semana durante un periodo de tres meses, pudiéndose producir incluso, hasta varias veces al día.
La autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales, lo que influye indebidamente en la autoestima, y el trastorno o alteración, no aparece exclusivamente en el transcurso de la anorexia.
La aparición de una bulimia, suele ir precedida de periodos de restricción alimentaria. En muchos casos, el antecedente más próximo, es una anorexia nerviosa restrictiva. Alrededor del 80% de los pacientes, inician su trastorno incurriendo en atracones, consiguientes a la imperiosa necesidad de comer que experimentan.
Tal necesidad consiste en una sensación mixta de hambre y desasosiego intensos.